domingo, 12 de diciembre de 2010

Reflexiones navideñas Parte 1.

¿No os dan ganas de darle una leche al soldado que vuelve a casa por navidad? Vamos a ver, si llevas ni se sabe de tiempo por ahí en la mili, qué mínimo saludar a tu pobre madre. Que por cierto, ¿esa gente nunca se degenera? Llevan años y años siendo jóvenes y vivarachos.
Esa es otra, para vivaracho José Coronado, el hombre del eterno estreñimiento, el rey del WC, el poseedor del 90% de las acciones de Roca, el eterno caganet. Ese hombre tiene cáncer de colon ya, fijo. Me dan ganas de llevarle a un centro de desintoxicación, que ya se pasa de rosca con los yogures. Entre él y Jesús Vázquez con los Savia empieza a darme miedo abrir los productos Danone.
Otro anuncio que me mosquea es el de Ferrero Rocher. Los pobres no podemos ni mirarlo, según las señoras pijas que cada invierno nos deleitan con sus mansiones y sus ostentosas montañas de bombones llevados por camareros que… no sé, esos camareros tienen algo diabólico, son como el mayordomo de Tenn al que la dueña de la casa y sus amigas se quieren tirar. Ese anuncio parece una película erótica para niños, joder.
Eroski. Eroski despierta mis más irrefrenables y sádicos instintos asesinos. ‘’Hola, soy la O de los setenta’’ ¿DESDE CUANDO LA PALABRA SETENTA LLEVA ‘’O’’? Así pasa, que luego los niños de la vuelta al cole del mismo hipermercado hablan como si se hubieran caído de la cuna. Y la K de Eroski. Al menos ésta sabe hablar, pero no sé, ¿sabes? Que la mataba, vamos.

Una gran familia de spots publicitarios que no debería existir son los ‘’SOY, SOY SOY SOY’’, a los cuales quiero enviar un mensaje desde aquí: ¿No os dais cuenta de que estáis perdiendo clientes haciendo esa mierda de anuncios? Si sois tantos, por favor, dedicaos a hacer algo de provecho, si fuera tan eficaz vuestro seguro no estaríais perdiendo el tiempo gastándoos la pasta en marketing, que mira que sois cutres, que si un coche se estropea le mandáis un terapeuta.
Eso no convence. ¿Qué clase de cobertura es ponerle un paraguas encima al susodicho vehículo? Y habéis mancillado ‘’Eye Of The Tiger’’. Os odio.

Colacao Complet es acojonante y asombroso. El anuncio comienza con un niño que dice ‘’Mamá, no puedo máaaas…’’ y la madre le responde ‘’Si terminas todo eso, te daré tu Colacao’’ que, no sólo conformándose con ser el Colacao de toda la vida, lleva cereales, vitaminas y posiblemente incluso esteroides. El niño en cuestión se emociona y se termina la comida, y el maldito Colacao. Y NO SÓLO ESO, sino que se lo lleva a una excursión en las botellitas esas nuevas que han sacado. Carla Gómez, servidora, y supongo que toda mi generación, lo llevábamos en una botella de agua de las de medio litro sin mariconadas de esas.
Si alguien le ve sentido a este asunto del chaval, que me avise.

El mejor sinsentido televisivo es Cillit Bang, que quita la suciedad en un bang. La señora afirma ‘’llevo usando Cillit Bang desde siempre’’, y su casa tiene más mierda que el palo de un churrero. Por cierto, yo probé lo de la moneda. Un minuto: nada. Dos días: yo creo que estaba más sucia aún. Para salir en la tele, a la pobre moneda la doparon fijo.
En fin, el mundo de los anuncios me parece apasionante a la par que estúpido. Sospecho que habrá un universo paralelo en el que todos estos personajillos se unirán y vivirán en una comunidad opulenta y por lo que se promete, perfecta.

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